Truño futbolero en forma de cuento sobre el desenlace de la liga. Pero, ¿tú no escribes poesía?. No, no soy poeta, sin insultar, y en mi blog escribo lo que me sale de la polla, ¿entendido?
Sí, pero luego no te quejes
-Está todo preparado, traigan a los jugadores.
Fueron llegando, distendidos, preparados para una nueva charla-video del míster con instrucciones tácticas de cómo ganar al barça. Al llegar a la sala, la sorpresa fue mayúscula. ¡Florentino Pérez!, se escuchó de forma unánime seguido de murmullos.
-Bueno chicos, sabéis de sobra quién soy pero no qué hago aquí. Os sacaré de dudas. Vosotros os jugáis la vida contra el barça y nosotros la liga. Dependemos de vosotros. Soy consciente de que muchos de vosotros sentís los colores del pucela y os habéis dejado la piel en el campo. También sé que otros muchos no. Por eso, simplemente tengo que deciros una cosa. Cien mil euros por cabeza si evitáis el triunfo azulgrana.
Todos miraron al presidente blanquivioleta, dudando si jalear o no la propuesta del sr. Pérez. Asintió, dando respuesta a los incrédulos jugadores vallisoletanos.
-También he venido con alguien.
Apareció un hombre normal, en apariencia, porque ese hombre era, ni más ni menos que, ¡Toni Kamo!, el insigne mentalista del programa de Rafaella Carrá. Nadie entendía nada, los jugadores se daban codazos entre sí y Florentino esbozaba una aterradora sonrisa.
-Tranquilidad, señores -habló el presi pucelano- el sr. Kamo está aquí para dar una charla de motivación extra, por si nuestra situación crítica en el filo de segunda y los cien mil euros no son suficientes. Comience, sr. Kamo. Cuando quiera.
-Estáis en un estado de ingravided total, no pesan los brazos.... El mentalista empezó a susurrar consignas un tanto raras que dieron en un somnoliento estado de los jugadores. -Un, dos, tres... dormid. Ya está, presidente. Ha sido un éxito, todos viven una catatonia transitoria pasajera. El nombre me lo he inventado pero mola,¿no?
Florentino chasqueó los dedos. En seguida entró por la puerta Valdano, seguido del, tachán, tachán, proferor Bacterio. Unas sublimes azafatas cachondas empujaban una, algo parecido a una mesa de operaciones con bártulos y cachivaches harto extraños.
-Profesor, -dijo Toni Kamo- todo listo a su disposición. Cuando quiera.
El profesor Bacterio se puso la bata y se colocó los guantes de látex mientras miraba lascivo a Valdano. -He trabajado mucho en mi último invento, EL TRASPORTADOR DE EXCELENCIAS, algo que revolucionará la ciencia. Esta vulgar mesa de cirujano esconde un campo electromagnético... bla, bla, bla... y mediante estos cascos INTERconectados, las virtudes y cualidades futbolísticas pasarán de unos a otros. Así de sencillo. Por favor, que traigan a los sujetos "donantes".
Unos gorilas trajeados con pinganillo entraron custodiando a unos hombres, también dormidos en estado catatónico, llevados en sillas de ruedas por enfermeras cachondas. Eran viejas glorias del balompié, raptados por los largos tentáculos del sr. Pérez para transferir sus habilidades a los cuerpos de los jugadores pucelanos. Sí, Florentino es muy listo (se oyen carcajadas secas y sonoras con un trueno)
-¿Por cuál quiere empezar, sr. Valdano?
Valdano y Clemente hablaban pensativos sobre que jugadores cambiar. -Oye, Jorge -expuso Clemente- la última palabra la tengo yo, hostias, que para eso soy el entrenador. ¿Ha quedado claro?.
-Al portero, no lo toques. Le hacemos una dieta a base de wiskas para potenciar los reflejos felinos.
A Barragán me lo cambias por Maldini y a Nivaldo por Baressi. A Arzo pónmelo Tassoti. Hay que italianizar el equipo.
Pon un poco de Gattuso a Mendujanin, a Sesma...-hay un problema con Sesma -interrumpió Bacterio- no tiene cerebro. Sólo una hucha con el símbolo del dólar. -No pasa nada -tranquilizó Clemente- sacaré a Keko. De paso cédele algo de Baggio. A Diego Costa ni me lo toques. A Baraja métele un poquito de Pirlo y a Pelé un mucho de Rijkaard, que son compatibles por su gusto del fumeque.
A Bueno le transfieres el ADN del caballo de Espartero, a ver si corre un poquito.
-Y, ¿a Manucho?, ¿cómo es, Manucho o Malucho? ¿qué hacemos con él? ¿hay vida después de la muerte? -inquirió Bacterio.
-Con Manucho sólo hay una opción. Que entre... Hugo Sánchez.
El partido será recordado como EL MANUCHAZO DEL CAMP MOU.
Todo ok, presidente, en una hora despertarán sin recordar absolutamente nada. Los efectos duran sólo una semana, lo digo para que no olvide de hacer fichajes para la próxima temporada. Pero Olabe mejor que no los haga.
-¿Y ahora? -preguntó el presidente del equipo del Pisuerga.
Ahora sólo nos queda esperar un milagro.
leónidas clemente