12 de junio de 2010
JOAQUÍN EL NECIO. ALBERT PLA
tras el poema anterior, mi polla (canción de amor), se ha creado una polémica creo que injustificada, con críticas , no al poema en sí, que todos somos libres de opinar sobre la calidad o gusto de la poesía, si no sobre el dibujo en el que un pene ase una pancarta con el lema "los poetas la tenéis pequeña".
he recibido infinidad de correos reprochándome la afirmación. en ellos afirman que ellos, poetas todos, la tienen grande. incluso dos poetisas me han escrito asegurando que la tienen no grande si no enorme.
pero un correo me ha hecho ver que pude equivocarme en tal sentencia. lo transcribo literalmente, copio y pego.
Estimado amigo:
Mi nombre es Letengo`o Largo`o, vicepresidente y vocal de la asociación "Poetas senegaleses unidos por el verso libre". Le insto a que rectifique su aseveración el la cual pone en duda el tamaño de la hombría de los poetas. Puedo asegurarle, que al menos en nuesto grupo poético no hay ni uno solo de sus integrantes baja de los 19 centímetros. Para demostrar mis palabras adjunto archivo con las fotos.
Sin más, esperando una rectificación pública, me despido, picha corta
no voy a mostrar las fotos, pero doy fe de la veracidad de su escrito.
pero como se dice por ahí, si no quieres caldo, toma dos tazas
espero que os guste:
Contar que tengo
una picha de caballo
no me va a hacer mejor amante,
reconocer la mediocre
medida estándar de la misma
tampoco me va a consolidar
como el gran poeta de los penes.
A lo mejor simplemente es un burdo
plan
maquinado con la intención ladina
de crear interés a las mujeres que lean
este conato de poema
hacia la en-verga-dura real de mi miembro.
Si yo fuera o fuese una mujer
lo tendría, sin duda.
Si yo fuera o fuese una mujer
seguro
que preferiría hacer la tijera
con otras mujeres.
Con muchas mujeres. Y con chicas jóvenes
también.
Mira, quizás, en vez del gran poeta
de los penes,
este poema me convierta en un icono
gay
por todas esas mujeres que gustan
de entrelazar sus piernas mirándose
a los ojos o
comerse la vida entre los muslos
sin perderse la cara
No estaría nada mal, la verdad.
De todas formas,
si alguna se quedó con la duda
de si mi tranca
la cabrá en la boca o no
y quiere saberlo de primera mano,
debe haber por ahí una dirección
de correo electrónico
en alguna parte