A los poetas de Otura, que escuchan canciones tristes y piensan
enlatar el agua de lluvia
La tarde incita al suicidio colectivo
en otro domingo aciago. Secular.
Abatido, enjaulado.
Fumas otro cigarro en el dormitorio
desolado por demasiado tiempo. A nadie
importa el olor y la cama sin hacer.
El frío se acomoda en tus huesos cuando
Lee Marvin resolla Wand`rin Star, el
cenicero cobija pares de besos descasados
y un aliento perecedero.
Sin más castigo de una vida que jamás
te ha regalado más de lo que merecías, en
un silencioso acto de justicia divina. Anhelas
un poquito de la suerte de los tontos que
te rodean a diario.
En la radio, Messi se exhibe con otro
gol del siglo. Lo celebra con la desesperante
falsa humildad
que insulta nuestras dramáticas limitaciones.
Fumando
en la desordenada habitación, malversando
versos ajenos a la espera de un rechace que deje
tu vida muerta en boca de gol.
2 comentarios:
gracias compañero x st gran poema; veo q nuestras desordenadas habitaciones tienen muchas similitudes en su decoración.
Esto sí es un regalazo de Navidad, amigo, y no los calcetines de mi suegra!!!!
Me ha gustado lo de la falsa humildad de Messi. Lo has definido muy bien. Seguiremos rondando el área, esperando ese rechace que nos cambie de sitio. Salud!
Publicar un comentario