27 de julio de 2011

La muerte antes que la cura

Ahora que Amy no está
tocamos a más drogas, rayas
que adormecen la punta del rabo
para darte un soul aletargado. Rehabilitarse
es de cobardes; no puedo dejar
tu opiácea boca. No quiero abandonar
la sensación de levitar cada vez que entro
en tu caverna colmada de analgésicos. Dentro

el mundo es bonito. La muerte antes que la cura.
No pienso dejarlo, a ti, no. No, No, No.


2 comentarios:

Rufino U. Sánchez dijo...

Este poema para la próxima lectura.

Malone dijo...

si te atreves a hacer una coreografía como los negros del coro, lo leo / bailo / canto