Poema duro de Rosalía Guijarro
que vienes a por tu edición especial
del Ziggy Stardust de Bowie
no me pidas ausencia en casa
a eso de las 8 p.m, lo guardo
como un queso en la trampa que acecha
entre mis piernas
-la única opción de retenerte unos minutos-
te echo de menos desde
seis meses antes de tu huida y ya
no me vale la imagen disecada de aquellas
vacaciones
en donde yo era feliz y
creí que tú lo eras también
sigo sin nada
la casa igual de vacía
excepto cuando canta Bowie
el silencio aprisiona mi dignidad
excepto cuando canta Bowie
vuelve
me acostumbré a mi cara abstracta en el espejo,
al miedo, a aguantar las lágrimas,
al yodo balsámico de mi espalda hecha jirones;
pero no te lleves las arañas de Marte, acallan
tu regreso soslayado,
con Bowie no se oyen los golpes, los gritos,
mi caída
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