25 de abril de 2013

CADA VEZ MENOS CARICIAS

Cada vez menos caricias, menos

mordisquitos en los lóbulos de las orejas.

Y es que los expertos lo dicen muy fácil

pero de dónde sacas el tiempo para mantener

la pasión en el váter sin cerrar y la ropa

de los niños por ahí siempre tirada, al lado

de los juguetes. Cómo nos engañaron

con la mujer trabajadora -así no tienes

que aguantar a ningún cabrón- y ahora

entre los dos no llegamos, los hijos nos contestan,

se vengan de nuestras ausencias.

Pero has de estar guapa hasta renacida de legañas,

dar una vuelta a la casa, la plancha sin acumular, la cena,

el baño de los críos. Y ya no te excita ni el marido

con el mandil haciendo tortilla de patata, no es el galán

que te vendieron en las revistas. Hace lo que puede aunque

ahogado en el miedo y el vértigo no dé más de sí, lo intenta.

Incluso aprendió a colgar tus tangas.

Pero ya no le excitas, ni tan limpia como le enseñaron

que debíamos de ser, ni tan guarra en una cama que se hace

enorme cada noche cuando, cansados de una vida impostada,

la cogemos con ganas de soñar con otros hombres que tienen

su mismo nombre, hasta su mismo D.N.I pero te tratan

como la princesa de la que siempre renegaste ser.

Él también sueña, si no con princesas, con un privado harén de mujeres

con tu nombre y hasta tu D.N.I. Nos han engañado, quién

tiene tiempo para las caricias, los mordisquitos y los susurros

en la oreja. Los expertos están divorciados y nadie mira

su cuenta en Badoo. Mantén la pasión es un eslogan

inventado para engañar el cansancio del amor.


Rosalía Guijarro,

"El amor se acaba cuando se corren" Ed. Rosa Púrpura, 2013

1 comentario:

MA dijo...

¡Que gran verdad estos versos!