vino el ejército
con sus armas en los dientes
y el aguijón pretérito sangrante
en busca de un mínimo sentimiento
por mi parte
revolvieron en mi cabeza
desordenando tenía pocas las que ideas
sin hallar rastro de emociones
mi corazón aprovechó un descuido
para desertar a través del culo
y era la única prueba que tenían
callos en las manos sucias
tnt bajo mis cejas
y mentiras en mis labios
vino el ejército y se fue
llevándome, las manos esposadas,
ante la caprichosa hija del tirano que
creía saber dónde lo guardaba
y pidió mis pelotas y mi pene
en bandeja plateada
había comido espárragos verdes
infectando mi semen de reproches,
valió la pena ver su cara de asco
cuando encendía un cigarro
para quitarse el mal sabor de boca
y al ver cómo se retiraba el pelo
para no incendiarlo con el mechero
florecieron estrellas de mi escroto
explotaron las bombas de mis ojos
convirtiéndome en esquirlas de rabia
incrustadas en casa del opresor
con el tiempo he adquirido sus vicios
me he casado con su hija
me he acostumbrado a que me digan traidor,
el amargo sabor de mi esperma
lo notan los obreros a fin de mes
que no se dieron cuenta que la vida
es arroz. la vida es arroz. sólo arroz