30 de agosto de 2010

OSADÍA (o crónica nº 12)

¡Qué osada es tu ignorancia!
Intentar robar al mayor ladrón de la ciudad

OSADÍA (o crónica nº 12)
su mujer le pone delante el plato de pescado. es una trucha frita con bacon en su interior. se ve reflejado en la comida ahora mismo; lo que más le gusta de la trucha es la loncha de bacon, igual que ella es su mejor virtud. lo mejor (de largo) de él es su esposa.


la tiene a su lado. y un par de amigos verdaderos que se partirían la cara por él aunque careciese de razón en la pelea. además de la conciencia tranquila para poder afeitarse frente al espejo sin la necesidad de hacerlo en penumbra y no ver su rostro.


si muere hoy, no se lleva mal bagaje.


mastica lento la trucha mientras se las arregla para que coincidan los trozos del bacon con los del pescado. una manía como otra cualquiera.


viene de enterrar a un compañero
la tristeza patea el sol a la basura
las azaleas pagan el peaje por su belleza
el zancajo del alma se tropieza una y otra vez. nada consigue paliar el dolor de un futuro vedado al 2011.
y al 2012, 2013, 2014...


está preso del gris tirando a negro, engullido por una tierra estéril. vuelve a ser un mocoso aterrado, tragado por las fauces de la tía melitona, mas la amargura carece de culo.
NO VA A SALIR NUNCA
las cervezas baratas del mercadona
la marihuana y liszt no ayudan nada
a despejar la puta nube que lo acompaña.


se masturba sobre un lienzo negro. lo llama "segunda oportunidad"
ha escrito un último poema. el poema del dolor placentero:
Últimamente me enfrento
demasiado a mí mismo
sin encontrar un silogismo
que despeje el sufrimiento
Una y otra vez lo mismo
si lo olvido lo invento
o me lo arrima el viento
mostándome un abismo
La tristeza no pierde un momento
ejercitándo su sadismo
me regala un dolor tan lento
que prometo servilismo
pues por dentro reviento
en placentero onanismo


NO VA A SALIR NUNCA

con afecto, no, es poco; con cariño es ñoño.
con admiración. sí, eso.

A Peter, con admiración