EL SITIO DE MI RECREO. ANTONIO VEGA
JUEGUITO DE LA VENGANZA INÚTIL
inventé un jueguito. lo he llamado
jueguito de la venganza inútil
AZALEA HIERBABUENA MUJER
LECHAZO hitler MAR SILENCIO SOFÁ
VEINTEAÑERAS CARVER pol pot CALOR
SANTORINI pinochet MAMÁ GOLOSINA GELI
TREINTAÑERAS kim jong CARNAVAL TETAS
CHORIZO j. f. lizalde VACACIONES GERARDO DIEGO
parece una nube de tags. un jueguito tonto
RON obiang HERMANAS AMIGOS SOL
CUARENTONAS BICICLETA VERDE
ORAL LUNA castro SEXO FRESAS
TANGA CAYENA MATAPOZUELOS
CAMA ANDREA HUGO chaves SUEÑO
INXS mussolini LIGUERO RISA franco PORNO
CASA SÁBADO GOL TIRAMISÚ
SÁBANA stalin TACÓN PIMIENTA BALÓN
BENEDETTI videla COMILLAS BOCA
en mi jueguito, los hijosdeputa que se van de rositas
son minúsculas mermadas
definitivamente, es una venganza inútil,
4 comentarios:
Jajaja, te has tomado la venganza por tu mano.
Es la hostia el tanto por ciento que ocupa el sexo en la mente de un hombre cualquiera, ¿eh? Yo a veces me sorprendo a mí mismo. Luego está el fútbol también. Decía Tomasito en una canción suya que "en esta vía (vida) maldita, comer es lo primero y luego meter un gol" (entiéndase gol en sus dos acepciones).
A mi Hugo Chavez (que supongo es a quien te refieres en una de tus minúsculas) me repele de mala manera, pero de ahí a ponerlo en esta lista de infames, en fin, no estoy de acuerdo, por lo menos es el azote de la extrema derecha y, por ahora, es demócrata, un gilipollas, pero demócrata. Peor era Aznar, sin dudarlo ni un segundo.
Lo sufro a diario con mi familia política que se ha enriquecido en Sur américa, cualquier excusa para sus mierdas pasa por Chaves. No veo por ahí al presidente de China, a quien curiosamente, la extrema derecha no condena ni dice na de na.
En fin, es tu jueguito.
Un abrazo
Juanito: es la venganza de un cobarde
Céfiro: de un hombre cualquiera no sé, yo soy bastante anormal
Velpister: tienes toda la razón, este juego inútil podría ser el de nunca acabar, se puede poner muchos más. por fortuna, también hay muchas mayúsculas por ahí.
esto era una excusa para poner el nombre de mi jefe, j. f lizalde, del que espero que no muera de viejo
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