robo con alevosía

robo un poema magnífico de Juan E. Martín

HOPE.

Llegó la hora de saldar cuentas
y resulta que nadie me debía nada.
Creo merecer la plusvalía de las olas,
una morada en la ladera orientada hacía el ocaso,
un millón de euros en royalties, un apretón
de manos, palmaditas
en la espalda, flores
en mi entierro,
al menos
las gracias,
dos besos,
un te quiero.

Que tenga paciencia, me dicen.
Esperanza. Y los cojones.
Si tenerlas yo las tengo,
la paciencia, la esperanza y mil miserias,
las mentiras que aprendimos en la escuela,
un dolor cronico en el alma y cuatro vicios:
el alcohol, la marihuana
y el porno en internet.
No creo que tenga que pagar tanto peaje
por cuatro menudencias,
ah, sí, se me olvidaba,
esperar eternamente
a que regreses, es el cuarto,
el cuarto vicio que recuerdo.

Reclamo para mi,
la paz de los peces y los pajaros,
el libre albedrío de la galerna,
una caricia furtiva
y una luz desde el nadir
que agudice el gesto altivo de mi rostro.
Esperanza, me dicen,
y una mierda. Hope, hope, hope.
El advenimiento, las lisonjas,
se pueden ir tambien
a algún otro punto cardinal, a otro hemisferio,
que no me queda nada entre las cejas,
nada prestidigito, nada quiero.
Tal vez, me quede un trampantojo,
una larga agonia, un letargo,
algún que otro dulce que echarme a la boca
y un resset difuso frente a un dia.

de su blog Los caminos circulares (AQUÍ)