11 de noviembre de 2012

lo siento, señor

Lo siento, señor -me dijo-
este pasaporte no vale,
está lleno de frases
a boli, si no fuera
porque entiendo todas
las palabras
diría que son poemas. Es más,
ahora que me fijo, usted
ha profanado mi vida, habla
de mujeres imperfectas que
no alcanzaron sus sueños, hombres
vulgares con vidas normales que pasean
su mediocridad por los bares. De grises, de siestas
que mudan en polvos; de mis hijos,
de mi trabajo de mierda, del dolor
al ver silbar cerca las balas y no poder hacer
nada. De mi actriz favorita, esa que vive
las mil vidas que yo quise. Claro, ahora veo el porqué
escribe en el pasaporte, es un poeta pobre que
no puede viajar, sella en sus páginas las fronteras
de otras manos, otros labios. Vidas ajenas
para paliar el dolor anodino de ser moderadamente
feliz.

3 comentarios:

Céfiro dijo...

como en esa canción de Pablo Moro.
Muy bueno.

Gema Bocardo dijo...

Hola.Un texto muy bueno,profundo, intenso... me ha calado... pero me atrevo a tocarte las narices y el ego y decirte que yo lo hubiera escrito como relato, no como poema. Al partir algunas frases en según qué palabras, más que darle fuerza la pierde, y es una pena.
Un saludo.

Malone dijo...

gracias por tocarme las narices, eso me ayuda a crecer aunque luego haga poco caso, pero se tiene en cuenta